La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es apunte artístico más importante de la localidad. Es de origen románico aunque en el siglo XVIII fue transformada profundamente. En su interior se halla la que se presume sea piedra bautismal del templo originario, amén de distintas tallas de época barroca, de las cuales, la que representaba a San Roque, fue expoliada. En tiempos, a las afueras de la población, se erigió lo que son ahora las ruinas de la Ermita de San Bartolomé.
La iglesia parroquial esta dedicada a la Asunción, su robusta torre enseña una ventanita con pequeñas columnas y capiteles románicos; por fuera es una mezcla de este estilo con el gótico. Tuvieron una imagen que llamaban con el hermoso nombre de la Virgen de las Aguas Cálidas, pero que fue robada en 1194; también los amigos de lo ajeno se hicieron unos cuadros de valor que se conservaban en la sacristía. Ya apenas conservan tradiciones, pues poca gente reside en Arancón para poder llevar al cabo; recordaremos que, como en casi todos los pueblos de la provincia, encendían hogueras, pagaban el piso, la entrada a mozo y vecino, cantaban albadas, colocaban el las puertas de las casas de las mozas aleluyas y , en fin, todas esas costumbres que definen una cultura rural y en contacto siempre con la tierra.